El gran reto de Juan Fabrilo Perea al frente de la Unión Molinense
Profunda reestructuración deportiva en la Unión Molinense de cara a su nuevo proyecto, con salidas significativas en las parcelas deportivas e institucionales, en la entidad que dirige Juan Fabrilo Perea, quien esta temporada afrontará su octava temporada consecutiva al frente del fútbol molinense, convirtiéndose en el presidente con más años consecutivos en la historia de nuestro fútbol.
Inició el proyecto en 2017 desde el sótano con la fundación del club de fútbol Molina Promesas, con el primer equipo en primera autonómica y todo su fútbol base en segunda categoría. Ascenso a preferente y convenio con la Escuela de Fútbol Molina con el fin de comenzar a unificar el fútbol molinense, idea siempre presente en el dirigente molinense, balance del inicio del proyecto. Tras un año de convenio, CF Molina Promesas y EF Molina separaron sus caminos. La siguiente etapa de unificación sería la prestigiosa Escuela de Fútbol San Miguel, dirigida por Paco Serrano, con quien se firmó un convenio de unificación, para que poco después Juan Fabrilo adquiriese los derechos, unificando los dos equipos en la Unión Molinense.
Tras no conseguir el ascenso a tercera división por la vía deportiva en el debut de Juando como director deportivo, adquirió los derechos de una plaza en tercera división vía Archena, con lo que a Molina de Segura volvió al grupo XIII, con un filial en preferente, un juvenil en Liga Nacional y toda su cantera en las máximas categorías. A esto se sumó la configuración de la que iba a ser en poco tiempo una de las canteras más prestigiosas del fútbol femenino, la Unión Molinense Féminas, que había arrancado David Rodríguez. El proyecto iba viento en popa.
Llega su gran reto la temporada 2022-23, nuevamente en tercera división, en el estadio Sánchez Cánovas, con una categoría de tan solo 15 equipos, donde 5 se llevarían el premio (ascenso + promoción). Era un buen momento para debutar a lo grande. Bajo la batuta del lorquino Sergio Sánchez se configuró un equipo altamente competitivo para alcanzar la promoción de ascenso, y casi lo consiguieron, quedando a tan solo un punto del objetivo.
Con el mal sabor de boca de la temporada 2023-24 recientemente finalizada, se quiso dar un paso más al frente. Juando Martínez muy pronto cerró un equipo de campanillas, con un presupuesto superior al de la temporada anterior, invirtiendo en infraestructuras mobiliarias, institucionales y deportivas. El año 2023 terminaba con el equipo consiguiendo el objetivo y afianzando su marca, todo marchaba bien. Tal vez todo se torció por la apuesta en lo institucional, en un giro total de timón, en lugar de lo deportivo como se esperaba, no acudiendo al mercado de invierno y el cese de Sergio Sánchez, serían lo que terminaría por dejar al equipo fuera de los puestos de promoción. El fútbol es un aprendizaje constante y permanente.
Durante la primera vuelta del campeonato, el equipo molinense era tercero, jugando el mejor fútbol de la categoría. Entonces llegó una de las frases de Juan Fabrilo que marcaría la temporada: “Tenemos más fútbol que público”. La afición tampoco respondió como se esperaba ante uno de los proyectos más ambiciosos, alcanzando un máximo aforo de apenas 400 espectadores en los grandes partidos, incluyendo jornadas de puertas abiertas como la del Pulpileño, donde el equipo se jugaba el ser o no ser. A pesar del esfuerzo de la entidad por hacer llamamientos mediante la elaboración de vídeos y campañas en las redes sociales, el mensaje no caló.
Con el pronto final de la temporada, comenzó una profunda reestructuración. Salieron de la entidad personajes míticos de nuestro fútbol, como Paco Serrano, quien tras 24 años como el padre del fútbol base del ahora Unión Molinense, fue sustituido por Óscar Pulido. Con el final de las competiciones deportivas, numerosos entrenadores íconos, como Juando Alhama, Ñetes, Juan Ángel o Javi López, entre otros, se despidieron de su proyecto. El efímero director institucional Fran Triguero también abandonó la entidad, tras solo tres meses, y finalmente el último en salir fue el director deportivo Juando Martínez.
La solvencia de la marca Unión Molinense
Renovadas las estructuras deportivas, Juan Fabrilo Perea inicia un gran reto: la renovación total del proyecto. El mayor aval de la Unión Molinense es, sin duda, el propio Juan Fabrilo Perea, un gestor honrado, pagador y trabajador, sobre quien nunca hemos oído una sola mala palabra, y cuya involucración en nuestro fútbol ha sido destacada, incluyendo a las numerosas personas que han salido del club por unas u otras circunstancias.
Por otro lado, la marca Unión Molinense se ha convertido en una de las más prestigiosas del mundo futbolístico regional, un auténtico trampolín donde sus jugadores se revalorizan temporada tras temporada. La temporada no ha sido fácil y el final de liga peor, pero cada 1 de julio en el mundo futbolístico vuelve a salir el sol, y se comenzará a planificar otra vez un proyecto desde la línea de salida. El mejor legado que nos deja la Unión Molinense en esta nueva era es una plaza en Tercera RFEF, otra más que posible en Preferente, y su fútbol base en las máximas categorías en su cómputo global.
Comienza una nueva era
Arranca un nuevo ciclo, posiblemente con otras ambiciones futbolísticas, aunque Juan Fabrilo Perea siempre saca un conejo de la chistera para hacer crecer nuestro fútbol. Aún podrá seguir contando, eso sí, con buenos escuderos como Chema Lozano, Hernán Rodríguez o Marc, entre otros, a los que se unirán nuevas caras y una nueva estructura, con mucho trabajo por delante.
Nombres propios
JUANDO MARTÍNEZ – DIRECTOR DEPORTIVO
El que fuera capitán como jugador del club, tras su retirada por lesión, tomó las riendas de la dirección deportiva y el proyecto, sumando un total de tres temporadas. Bajo su mandato, se alcanzó el subcampeonato de la Copa Federación, y dos proyectos que lucharon por la promoción de ascenso a Segunda RFEF, quedando las dos veces en la orilla. Inyectó profesionalidad en el club, creando la figura del director institucional y llevando la marca molinense a los colegios. Durante su estancia, aportó máximo trabajo y se despidió del proyecto con una emotiva carta de despedida.
PACO SERRANO – DIRECTOR FÚTBOL-8
El que fuera jugador del CD Molinense y posteriormente gestor futbolístico durante 24 años, fundador de la prestigiosa escuela de fútbol San Miguel, cimientos del actual fútbol base de la Unión Molinense, cerró también su etapa con los unionenses. Tras un trabajo inmaculado en el fútbol-8, Molina de Segura paseó gracias a su gestión su nombre como equipo ganador los torneos más importantes del país, Paco Serrano fue un formador de futuras promesas. Bajo su dirección, estos últimos 24 años, ha nutrido a jugadores que terminaron en el fútbol profesional.
MARC BURGAZ SEGUIRÁ DIRIGIENDO EL FÚTBOL-11
Quien se mantiene al frente del fútbol-11 es Marc Burgaz, tras un gran trabajo estas dos temporadas coordinando el fútbol-11 base. En su posición intermedia en la estructura entre Juando y Paco Serrano, Marc continuará aportando su trabajo en el nuevo proyecto.
Además de ser coleccionista de ascensos, ha sabido asentar la categoría nacional juvenil en la entidad, una apuesta deportiva.