El día que el «Lobo Carrasco» jugó en el estadio Sánchez Cánovas
Posiblemente, haya sido uno de los jugadores más mediáticos de la historia del fútbol español. El que fuera jugador internacional del FC Barcelona, Francisco José Carrasco Hidalgo, siempre conocido como «El Lobo Carrasco», y que ahora es pieza fundamental del famoso programa «El Chiringuito», visitó el estadio Sánchez Cánovas.
La visita del Barcelona Atlético a Molina de Segura
Sería un jueves, 15 de septiembre de 1977. Como contraprestación del traspaso de Coqui a La Masía, mítico jugador molinense que se disputaban los mejores equipos de este país, como el Real Madrid y el Atlético de Madrid, pero que terminaría firmando en La Masía, el Barcelona Atlético visitó Molina de Segura en un encuentro amistoso durante las fiestas patronales de 1977, un encuentro que causó una gran expectación.
El Lobo Carrasco en acción
En aquel Barcelona Atlético que visitó Molina, destacaba la figura de un jovencísimo Carrasco, quien siempre sería apodado como «El Lobo». Tras jugar aquel amistoso, sería cedido al Terrassa, que esa temporada militaba en la Segunda División, para que un año después ya fuera titular en el primer equipo.
Otros jugadores destacados en el encuentro
Además de Carrasco, en aquel partido también participaron otros jugadores ilustres:
- Albadalejo, lateral izquierdo con una larga trayectoria en Primera División en equipos como el Barcelona, Salamanca, Hércules y Real Murcia.
- El centrocampista Gratacós, quien posteriormente jugaría en Primera División con el Osasuna.
El resultado del partido
El equipo molinense consiguió imponerse en un gran partido:
- Juan Antonio abría el marcador.
- Luego, aumentaba la ventaja el goleador Robles.
- Finalmente, Flores marcaba el gol del honor para los de la ciudad condal.
El colegiado de la contienda sería Vidal Torres, árbitro del barrio del Carmen de Murcia, quien falleció en un accidente de tráfico junto a Guruceta Muro en 1987, cuando se dirigían a Pamplona para dirigir el Osasuna-Real Madrid de la Copa del Rey. Curiosamente, ambos fallecidos eran árbitros muy reconocidos.