Molina necesita dotarse de plazas para residencias de personas mayores.
Apostamos por la implantación de un modelo de residencia pública en centros de pequeño tamaño, integrados en los barrios y con unidades de convivencia a escala humana.
Impulsamos desde el gobierno municipal el ofrecimiento de dotaciones de suelo y presentamos enmienda a los presupuestos de la Comunidad Autónoma para la construcción de un centro público en Molina de Segura.
El envejecimiento de la población española es un fenómeno imparable desde hace décadas. Es un indicador positivo por cuanto caracteriza a sociedades que han alcanzado un alto grado de desarrollo y una esperanza de vida elevada, pero que también plantea problemas y necesidades que debemos abordar. Entre ellas atender a personas mayores que entran en fase de convertirse en dependientes.
Molina de Segura ha duplicado en las dos décadas de este siglo el número de personas mayores de 65 años, son ya unas 10.000 que representan más del 13% de toda nuestra población. La OMS (Organización Mundial de la Salud) establece que debe haber al menos 5 plazas de residencia por cada 100 personas mayores de 65 años, pero actualmente nuestro municipio solo cuenta con unas 250 plazas en tres residencias, de las cuales ninguna es de gestión pública directa. Es decir, apenas podemos cubrir la mitad de las necesidades actuales, y son muchas las personas que, necesitándolo, se quedan sin unos cuidados que como sociedad no podemos dejar de prestarles. Las proyecciones futuras arrojan una brecha aún mayor y es indispensable que nuestro municipio se movilice para que esta necesidad sea cubierta, ya que no tenemos autonomía para cumplir este objetivo al tratarse de una competencias exclusiva de la Comunidad Autónoma.
Desde el Ayuntamiento, dentro del gobierno, desde la Asamblea Regional planteando iniciativas en la ley de Presupuestos, y desde la calle, participando en las movilizaciones, estamos trabajando con los colectivos de personas mayores para conseguirlo.
No es solo una cuestión de competencia de una u otra administración, ciudadanía, municipios y otras instituciones debemos entender que un proyecto de país viable requiere adelantarse a una situación demográfica insostenible. Por un lado es indispensable realizar políticas laborales y sociales ambiciosas que mejoren las condiciones de las personas jóvenes para favorecer la emancipación, la formación de familias económicamente viables y la natalidad, así como compensar la falta de crecimiento vegetativo acogiendo e integrando adecuadamente a población joven migrante. Pero también nuestra sociedad debe desarrollar toda una economía de los cuidados para las personas vulnerables y dependientes. Un proyecto de país en el que debemos involucrarnos a todos los niveles.