MOLINA

Tuve la suerte de conocerle

En recuerdo de Jesús Montoia Oribe, destacado pintor de origen Vasco residente en Molina de Segura desde 1999 dónde era Técnico de Consumo del Ayuntamiento realizando una notable labor y demostrando su gran calidad humana.

Llegan a La Tina Juan y un acompañante.

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-Te presento a Jesús, pintor y amigo – me dice Juan.

Jesús, bajo un sombrero de fieltro de un color indefinido entre el verde y el marrón (lo que los pintores llamamos tierra sombra natural) mira y se fija en todo lo que le rodea. Apenas puedo ver su mirada en apariencia torva debido a su timidez. 

-Encantado.-Le digo y sigo observándole.

Por un instante, alza la cabeza y puedo observar su rostro al completo. Veo ilusión y tristeza pero no me da tiempo a ver nada más. Me pregunta si tengo papel chino para dibujo a lo que respondo que no, pero que tendré en su próxima visita. Cada vez que venía a la tienda me pedía productos más y más raros. De hecho, algunos me fue imposible conseguirlos pues hacía décadas que no se fabricaban o estaba prohibida su venta por toxicidad. 

Jesús era Pintor. Sufría por no tener el tiempo suficiente para pintar todo lo que deseaba crear. En su obra no sólo denunciaba la miseria humana, sino que creaba mundos donde ésta no existía. 

Un día llegó a la tienda con los ojos llenos de lágrimas. Me asusté por lo que le estuviese pasando.

 -Son de alegría. -me dijo- Se ha evitado un desahucio, los niños no dormirán en la calle. ¿Te vienes a celebrarlo con una cerveza? 

Le contesté que si, pero había que esperar al cierre. Mientras esperaba se dedicó a curiosear entre los cajones.

-¿Que buscas Jesús? -le dije. 

-Busco a los Duendes -me respondió- estoy seguro que tu tienda está plagada de duendes, los siento moverse entre los cajones. 

Cerramos y nos fuimos a tomar la cerveza. Y hablamos de las injusticias, de la corrupción, de la sociedad, del amor y de Arte. Siempre teníamos motivos para hablar de Arte. Me hacía partícipe de sus logros y de sus fracasos como Inspector de Consumo, sin decir nombres ni detalles, me contaba como había ido tal o cual caso. Solo viendo la cara que traía, sabía yo cómo había ido el día. 

En sus obras la palabra eclecticismo toma forma, tanto en sus temas como en la forma de tratarlos. Hay un tema que le obsesionaba: La decadencia de la era industrial y su no retorno. La oxidación de las viejas ideas que arrastran a la sociedad más vulnerable a la pobreza extrema. Usaba todo lo que caía en sus manos para plasmar sus ideas: periódicos  y mapas viejos, panfletos publicitarios… Pintaba casi sobre cualquier superficie y con cualquier medio: acrílicos, óleos, acuarelas, tintas, rotuladores, ceras, pasteles, tizas… Todo era válido para hacer desde una palmera hasta un buey almizclero. Por eso su obra es tan rica en detalles que vuelven a sorprender cada vez que uno se acerca a ella. A Jesús le gustaba que en sus obras participaran sus amigos. Fran con sus grafitis iluminó y enriqueció mas de una obra. En una ocasión, en mi taller, un lugar en el que le encantaba trabajar, pidió a Simón y al que escribe que añadiésemos algo a la obra.

 -Cualquier cosa -decía ofreciéndonos la pluma para que dibujásemos.

No tenía afán de protagonismo, hasta tal punto que un día cuando iba a enmarcar una obra que me traje de su taller vi que no la había firmado y le llamé para que pasase a autografiarla.

 -Hazlo tú -contestó- pon JMO y añade el año y lo que tú quieras. 

Jesús quería comunicar todo lo que llevaba dentro.

Muchas de nuestras conversaciones acababan en proyectos plasmados de forma improvisada sobre cualquier soporte, a veces en servilletas de bar, otras en un cuaderno o en nuestra memoria a falta de papel. La desigualdad, la pobreza, la inmigración, la drogadicción, la muerte, la belleza, el amor,..

Jesús, te has librado de una pandemia, de un confinamiento, de un volcán en La palma, de una guerra en Europa, una invasión injusta, una crisis económica y energética que no sabemos como acabará, una crisis alimentaria de consecuencias imprevisibles, la catástrofe climática que ya  es inevitable. Te has librado de todo eso. A cambio, yo he perdido a un amigo y hermano. Eso es irrecuperable. Pero me queda todo lo que vivimos, nuestras risas y nuestros abrazos, nuestros proyectos inconclusos.. . Eso nadie me lo podrá quitar.

■ Paco Tortosa

La Tina de Cosa

C/Antonio Lacarcel, 9

968711363 – 616759560

Molina de Segura.

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