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El viaje de Alba como voluntaria en la Fundación Centauro Quirón

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Liliana Benedetti

En un mundo donde cada gesto cuenta y cada ayuda suma, encontramos historias de compromiso y dedicación que merecen ser contadas. Este es el caso de Alba Jiménez Domínguez, voluntaria en la Fundación Centauro Quirón, una organización dedicada a la rehabilitación y terapia a través de la interacción con caballos. Alba nos comparte su experiencia y cómo este voluntariado ha impactado profundamente su vida, integrando su amor por la naturaleza y su profesión de trabajadora social en una labor que va más allá del mero activismo.

Alba relata su conexión con los caballos, una relación que comenzó en su adolescencia y que ha crecido hasta convertirse en una parte esencial de su existencia: “Desde la infancia siempre me ha encantado estar cerca de los caballos y fue en la adolescencia cuando decidí comenzar las clases de equitación. A partir de ese momento los caballos se convirtieron en una parte fundamental de mi vida y tengo claro que siempre estaré junto a ellos, ya que son un apoyo esencial. Los caballos son animales sensibles, perceptivos, intuitivos, bellos e inteligentes y además, yo siempre añado que son seres mágicos capaces de conocer el interior de las personas con solo una mirada, también, tengo que destacar que son animales que continuamente están comunicando y esto me ayuda a desarrollar la capacidad de observación y a reconocer la gran importancia de la comunicación no verbal.”

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Su pasión por ayudar y su amor por los animales la llevaron a unirse a la Fundación Centauro Quirón: “Soy trabajadora social y también, amante de la naturaleza, siempre tengo presente que la vida nos ofrece la oportunidad de amar, ayudar, cuidar y crear cada día un mundo mejor y poder formar parte de este lugar me hace muy feliz. Cuando conocí la Fundación Centauro Quirón me puse en contacto con Pedro Ferrer y sin pensarlo firmé el acuerdo de voluntariado que me ha unido a este gran proyecto, este lugar te hace mejor persona y es el reflejo de la convivencia respetuosa entre seres humanos y animales.”

El impacto del voluntariado en la Fundación Centauro Quirón es bidireccional, mejorando tanto la vida de los animales como la de las personas que participan en el programa. Alba invita a otros a unirse a esta causa: “Invito a todas las personas a conocer la Fundación Centauro Quirón y a pertenecer a esta gran familia que cada día trabaja para mejorar el bienestar de los animales y las personas a través del rescate, la rehabilitación y las terapias.”

La historia de Alba en la Fundación Centauro Quirón es un claro ejemplo de cómo la pasión y el compromiso pueden transformar vidas, tanto humanas como animales, fortaleciendo lazos entre especies y fomentando un respeto mutuo esencial para la convivencia.

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