“Llegar a un país distinto al tuyo es como volver a nacer”
Mambaye Sane, técnica de acogida en Fundación Cepaim, cuenta la triple discriminación que sufrió al llegar a España
Cierra los ojos e imagina llegar a un país sin saber el idioma y la cultura, lo único que conoces es una persona, tu pareja. Puede resultar abrumador. Esta es la situación que vivió Mambaye cuando llegó a España en 2006 por reagrupación familiar, una aventura complicada: “todo es nuevo a pesar de que haya alguien cercano a ti porque tienes que empezar nuevas amistades, generar vínculos, etc. A veces, nuestras metas se ven limitadas por el simple hecho de ser una mujer reagrupada por tu marido y tienes que respetar todo lo que él dice y quiere. Él pretendía que estuviese en casa y dependiese de él. Su deseo no se cumplió y terminamos divorciados, pero desgraciadamente hay muchas mujeres sometidas a esa frustración y se quedan atrapadas y sin salida”, explica.
Su título de formación profesional en ofimática y gestión administrativa, y otros certificados académicos, no sirvieron al no poder ser homologados. A pesar de contar con experiencia laboral en su país de origen, aprender el idioma, hacer diversos cursos y sacarse la ESO en España, “encontrar trabajo no fue fácil por la triple discriminación que sufrimos las mujeres negras; por nuestro color, por ser mujer y por ser inmigrante”, señala Mambaye. A pesar de las dificultades, siguió formándose y trabajó en diferentes sectores, en los cuales las experiencias no siempre han sido buenas. Por ejemplo, como camarera tuvo que soportar, en algunas ocasiones, a clientes que además de un café le pedían otros servicios.
Encontrar trabajo no fue fácil por la triple discriminación que sufrimos las mujeres negras; por nuestro color, por ser mujer y por ser inmigrante
Conoció Cepaim y, como presidenta de la asociación de mujeres Kasofor, vio la oportunidad de vincularse con la entidad para recibir apoyo y asesoramiento. Desde la propia asociación participaron en diferentes programas de la fundación como NOS-OTRAS y Gestión de la Diversidad, en el que obtuvieron un Reconocimiento de buenas prácticas. Además, Mambaye participó en el programa Emprende, el cuál le permitió asentar sus ideas y trazar un plan de negocio.
Tras el voluntariado y conocer de cerca los diferentes proyectos, comenzó a postular en ofertas de trabajo para la fundación. ¡Y bingo! En la oficina de Molina de Segura empezó como técnica del programa de Acogida Humanitaria de Cepaim. “Allí aprendí casi todo lo que sé a día de hoy, tuve una experiencia bonita en ese centro”, asegura. Tras trabajar también en Cartagena, a día de hoy se encuentra en Murcia desempeñando sus funciones.
Su experiencia le ha llevado a una reflexión: “la migración es beneficiosa para todos si se gestiona correctamente. Se debe de aplicar una perspectiva interseccional a los planes de igualdad con el fin de evitar ciertas discriminaciones, garantizar la protección de todas las personas sin distinción de origen y, quizá lo más importante, reconocer el valor social, económico y la riqueza de la migración y las personas migrantes”.
El proceso migratorio puede ser una gran oportunidad para muchas personas con ayuda de una sociedad inclusiva y no discriminatoria, y es que, en palabras de la propia Mambaye: “llegar a un país distinto al tuyo es como volver a nacer”.