MOLINA

La Sala Los Postigos acoge la exposición HOGARES DE ANTAÑO

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El acto de inauguración de la exposición HOGARES DE ANTAÑO, organizada por la Concejalía de Turismo y Artesanía del Ayuntamiento de Molina de Segura, tiene lugar el jueves 6 de octubre, a las 19.30 horas, en la Sala de Exposiciones del Centro Los Postigos (en Calle Pensionista, nº 3). La muestra permanecerá abierta al público hasta el día 6 de noviembre, y puede visitarse en el siguiente horario: mañanas, de lunes a viernes, de 10.00 a 13.00 horas, y sábados y domingos, de 11.00 a 14.00 horas; y tardes, de lunes a viernes, de 17.30 a 19.30 horas.

La exposición está organizada en colaboración con la Asociación de Vecinos y Vecinas del Barrio del Castillo y el grupo de colaboradores de la Feria de las Tradiciones, que este año, en su V edición, está dedicada al sector de la panadería y dulces tradicionales y celebra su fin de semana grande, los días 21, 22 y 23 de octubre.

La muestra recrea la vida en tiempos pasados y pretende transportarnos a la época anterior a los años 60 del siglo pasado, desde un espacio expositivo situado en el solar de la antigua casa del Tío Esteban y la Tía Puri, dos vecinos de Molina de Segura que tenían vaquería, vendían leche y eran muy queridos por sus vecinos.

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La casa, situada junto a la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, entre el jardín de la casa de los curas y la de los de “la Jardinera”, tenía la fachada orientada al pueblo, es decir, a la Calle Honda, y en la parte de atrás, por donde la Verea (actual Calle Pensionista), tenía puerta de surtidor frente al huerto del Tío Tutuvío y al de los Sastres, rincón que en su día reflejó entrañablemente el artista local Juan Espallardo.

Ejemplo superviviente del aprovechamiento de la muralla medieval tras el permiso los Reyes Católicos de usar sus materiales como zahorra para las calles y como paredes de viviendas, la casa estaba dividida por esta en dos partes que se comunicaban por una pequeña puerta o postigo que aún permanece hoy y da nombre al centro.

En 1970 la casa quedó abandonada, debido a que sus últimos moradores se trasladaron a vivir a la Calle Millán Astray y fue adquirida en el año 2000 por el Ayuntamiento, que construyó aquí el citado Centro Municipal Los Postigos, donde desde 2014 se encuentra la Oficina de Turismo y alberga exposiciones.

Compuesta por espacios diferentes (la entrada, el hogar, el patio, el dormitorio y la cámara), llenas de objetos de nuestras vidas, alusiones y guiños a quehaceres cotidianos, la exposición nos muestra el modo en que se vivía en tiempos pasados. Tiempo de plateros, traperos, talabarteros, alpargateros, serenos, esquiladores o tantos otros oficios ya desaparecidos, fundamentalmente por la llegada de la electricidad y, con ella, la industrialización y el progreso, que propiciaron también la pérdida de costumbres como hacer el pan en las casas, lavar la ropa en la acequia o ir de merienda (la gira) a Las Salinas en San Antón o la celebración de la Mona en Pascua de Resurrección.

Así, a través de nuestra visita a la exposición en la que tinajas, catres, arcas, zaferos o cedazos vienen acompañadas de cartelas didácticas, fotografías y multitud de enseres de vecinos del barrio, podremos conocer diversas facetas de la vida cotidiana de la época, reviviendo los usos y costumbres en el pueblo al tiempo que conoceremos la historia del Barrio del Castillo, lugar de fundación de la Villa allá por tiempos de dominación árabe en la época medieval e historias de sus vecinos en esta Molina de Segura que, hasta esos años, seguía anclada en usos y costumbres medievales con una economía principalmente agrícola y cultivos totalmente manuales.

Tiempos de simbiosis con la naturaleza, de cabañuelas, de animales criados en casa, de carros tirados por bestias… Y, a través de ella, el visitante podrá sentir el cariño que los vecinos le tienen a su barrio y la emoción con la que están colaborando con el Ayuntamiento en la celebración de la Feria de las Tradiciones y todas sus actividades que, tras cuatro ediciones, se está consolidando y es arropada cada año por miles de molinenses y visitantes que la esperan con gran ilusión.

“Sin duda –señala el concejal de Turismo y Artesanía, Andrés Martínez Cervantes-, una exposición entrañable que nos permite adentrarnos en nuestro pasado y sus gentes, quienes contribuyeron a sentirnos orgullosos de nuestras costumbres, nuestro habla y nuestra tierra”.

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