El PSOE critica deficiencias en la atención a la ciudadanía en Molina
Isabel Gadea, portavoz del PSOE, ha criticado duramente la gestión del alcalde José Ángel Alfonso en lo que respecta a la atención ciudadana, señalando un empeoramiento significativo desde su llegada al cargo.
Gadea ha destacado que la gestión de la renovación de las tarjetas de Movilidad ha experimentado dos ampliaciones debido a una falta de planificación, primero de abril a mayo y luego de mayo a junio, lo que ha resultado en largas colas. Además, se ha producido un retraso en la entrega de nuevas tarjetas por no adquirir suficientes soportes.
«Cada paso que da el Gobierno de José Ángel Alfonso, hasta en acciones rutinarias como estas, se convierte en un caos para la ciudadanía. Se demuestra que es un alcalde ausente que trabaja desde la improvisación y provoca una nefasta gestión. Molina de Segura le queda grande y no es capaz de dar respuesta ni a las necesidades básicas, ni a los trámites administrativos tan habituales como la renovación de una tarjeta o el pago de un impuesto, sin que esto cree un revuelo», ha afirmado Gadea.
Problemas con el Impuesto de Vehículos
Dice Gadea que “Los vecinos de Molina de Segura han expresado su descontento porque los recibos del impuesto de vehículos no han llegado a sus domicilios, lo que ha obligado a ampliar el plazo de abono hasta el 20 de mayo”. Según el PSOE, esto es otra muestra de la falta de planificación del actual gobierno.
Caos con el pago del IBI
De manera similar, el recibo del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) tampoco está llegando a todos los domicilios, lo que está causando esperas y una atención deficiente a la ciudadanía. «Los vecinos y vecinas se quejan de que es imposible que los trabajadores saturados les atiendan ni telefónicamente», ha reseñado la portavoz socialista.
Controversia por un costoso convenio
El PSOE también ha recordado que la ampliación del convenio con la Agencia Tributaria de la Región de Murcia (ATRM) costará más de 300.000 euros. El Ayuntamiento pagará 1.045.228,69 euros, un 3,5% de toda la recaudación municipal, por un servicio que anteriormente no tenía sobrecoste.
«En las mejores previsiones, el gobierno municipal asegura que ingresará unos 700.000 euros, lo que hace que el consistorio pierda 300.000 euros y todo para prestar un peor servicio. Nadie puede entender esta operación que le cuesta dinero a todos los molinenses», ha concluido Gadea Martínez.